Bar Santi (Salamanca)

Si alguna vez hacéis escala en la monumental ciudad de Salamanca no dejéis de visitar el Bar Santi que está situado en la Calle Fernando de Rojas esquina con Fernando de la Peña de la citada ciudad, en el hacen el mejor bacalao rebozado del mundo, el rebozado es similar en textura a la tempura típicas de japón pero la cocinera aquí tiene una mano especial y consigue llegar a alcanzar las más cotas de placer gastronómico; se recomienda ir sobre el medio día que es cuando están recién salidos de la cocina porque aunque se puede consumir en frío cuando están recién cocinados es cuando se aprecia que es una de la maravillas gastronómicas mundiales. Cuando visito la ciudad no hay domingo que no vaya y deguste ese exquisito bocado en compañía de una cerveza Mahou; sin duda es uno de los mayores placeres gastronómicos que un ser humano puede disfrutar en el mundo.





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Dejé pasar el tiempo,
ya es hora de volver:

¿Quien no teme
encontrarse con su pasado?





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Necesitamos encontrar la respuesta,
y en su búsqueda iniciamos largos viajes,
con mapas, brújulas y sextantes
recorremos las tierras, montañas y mares
del mundo entero, creemos que al final
habrá un gran tesoro oculto;
después de mucho buscar y de recorrer
todo, después de visitar a gurús, santones,
maestros, doctores, líderes y profetas
por fin unos pocos se dan cuenta:

¡Estúpido ser humano!
¡La respuesta está tan cerca!





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Cualquier sitio es bueno
para descansar,
y si es menester,
bajo el sol duermo,
sueño y vivo;
en los bancos del parque
me alejo del mundanal ruido,
encuentro sosiego y paz;
no debo nada a nadie
tan solo a mi mismo:

Bajo mis pies
doradas hojas,
alfombra suave del
otoño en ciernes.

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Veo los cuervos,
portadores siempre
de buenas noticias
negros como el vacío,
posados en los postes
de la luz y el teléfono
que hunden sus raíces
en las cunetas
de la carretera C-116
camino de Almazán.

viajar es un estado emocional
un deseo, una necesidad...
viajo cuando paseo por mi calle y
cuando entre mis manos tengo un libro;
viajo cuando como un buen plato chino
y cuando converso contigo,
viajo cuando estoy entre tus brazos y
siento el calor de tus labios sobre mi piel;
cuando me desplazo, cuando lloro, cuando río;
si, viajo cuando vivo:

porque vivir es viajar
en el tiempo y el tiempo
sagrado lo gasto a tu lado.




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he visto el espíritu viajero
que anida en tu corazón
he sentido el aliento de tus
palabras en el desierto
y el calor de tus besos
en la orilla del Mar Rojo








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