Nada detiene al viajero, no hay obstáculo que no se pueda sortear cuando el motor del viaje es el corazón, el alma.
Por lo que un día fue la ruta de la seda, por los profundos valles que nos conducen hasta el norte de Hunza, donde la mítica carretera karakorum highway que llega hasta China está a punto de fencer a la sombra de los increíbles picos nevados del Himalaya se encuentran estos puentes que aún siguen en uso para los viajeros que tengan el valor y las suficientes ganas o mucha prisa.
Por lo que un día fue la ruta de la seda, por los profundos valles que nos conducen hasta el norte de Hunza, donde la mítica carretera karakorum highway que llega hasta China está a punto de fencer a la sombra de los increíbles picos nevados del Himalaya se encuentran estos puentes que aún siguen en uso para los viajeros que tengan el valor y las suficientes ganas o mucha prisa.
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