"En enero de 2011 se inauguró la famosa Ciudad de la Cultura, momento
cumbre para el pueblo gallego tras once años y cuatrocientos millones de
euros después. Veamos la maravillosa utilidad del gran proyecto de
Manuel Fraga.
Este proyecto de doble desfase arquitectónico y presupuestario, fue ideado por el ya fallecido presidente de la Junta Gallega, Manuel Fraga, en 1999. Al principio el complejo cultural contaba con 60.000 metros cuadrados, que ocuparía 148.000 metros cuadrados en las faldas del monte Gaiás. En la actualidad el proyecto que habría supuesto un coste de 108 millones de euros y 12 meses de obra ya va por la escalofriante cifra de 480 millones, y ha tardado once años en “terminarse”.
El proyecto sujeto a continuas modificaciones, ampliaciones y aumentos de presupuestos, ha hipotecado a los gallegos de por vida y una quinta parte del presupuesto de cultura, además de acentuar la crisis actual.
En la actualidad se han construido cuatro edificios, uno de ellos destinados al archivo, otro a la biblioteca, otro para los servicios centrales y el último para el museo. Hay otros dos edificios que aún siguen en cimientos (paralizados por lo menos hasta dentro de tres años), y lo que es peor, que aún no saben cuál va a ser su uso, pero en construcción están.
El uso que se pensó para la biblioteca,en principio, era el de conservar los libros editados en Galicia o que trataran sobre Galicia, pero luego decidieron ampliarla y conservar alrededor de 1.000.000 de libros, es decir, más grande que la de Berlín. La idea no tiene pies ni cabeza, ya que ¿de dónde iban a sacar el dinero para mantenerla?, lo mismo pasó con la hemeroteca. También construyeron un 'Palacio de la Ópera' con tres ascensores en el escenario, con capacidad para montar tres óperas en un mismo día. Ahora se utiliza para diversas actividades como la de impartir conferencias para 60 personas o conciertos para, a lo sumo, 200. Con ella ha pasado lo mismo que con la biblioteca y la hemeroteca, que no se le saca beneficio.
Peter Eisenman, el encargado de hacer realidad el complejo cultural, tenía la potestad de elegir sobre temas de urbanización, es decir que le dieron carta blanca para que utilizara todo el dinero que quisiera en la construcción del proyecto, pero el problema no fue del constructor, sino de quienes lo autorizaron,.. ¿Quiénes son los culpables materiales de tal despilfarro?
En la actualidad es una ciudad fantasma, con cuatro edificios que rodean un ágora futurista que pretende parecerse a la plaza del Obradorio milenaria, el único fin del mismo es el de recibir impactos de flashes de las cámaras de unos telespectadores que filman incrédulos tal fortuna hipotecada. ¿Dónde está ese reclamo de turistas que iban a visitar día tras día el complejo y a rentabilizar la obra?. Si nos adentramos en uno de los edificios, el de la biblioteca, podemos ver tan solo unos miles de libros en estanterías con capacidad para un millón de volúmenes. Este es el flamante resultado de la gran obra de Fraga, unas instalaciones inacabadas e inutilizadas...
Fuente: Rocío Esteban González